¿Por qué ir a terapía ayuda en verdad?

Por Carlos A. Cupul B

A lo largo de la vida, nos hemos ido formando en diversas esferas, pero en ocasiones existen aspectos que no nos sentimos cómodos compartiendo ni siquiera con nuestra familia o círculo social. Es en estos momentos inevitables cuando pueden surgir hábitos autodestructivos que gradualmente minan nuestra calidad de vida.

¿Pueden ayudar las terapias psicológicas? La respuesta es un rotundo SÍ. Existen numerosas técnicas terapéuticas y enfoques que los expertos en salud mental pueden emplear para ayudarnos a enfrentar esos momentos en los que nos sentimos atrapados en un hoyo emocional que amenaza con consumirnos.

Es importante destacar que no todas las ramas de la psicología son igualmente efectivas para todos, ya que cada individuo es único. Por ello, es recomendable buscar el enfoque que más nos resuene y que, sobre todo, funcione para nosotros.

Algunas de las terapias más comunes son las siguientes:

1. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos que contribuyen a los problemas emocionales. Durante las sesiones, el terapeuta trabaja en modificar creencias irracionales y desarrollar habilidades para enfrentar situaciones difíciles.

2. Terapia Psicodinámica: Basada en la idea de que los problemas psicológicos son conflictos internos y experiencias del pasado, especialmente de la infancia. Se explora la influencia del inconsciente en los pensamientos, emociones y comportamientos actuales.

3. Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Enfocada en ayudar a las personas a aceptar los pensamientos y emociones difíciles en lugar de luchar contra ellos, al mismo tiempo que se fomenta el compromiso con acciones alineadas con los valores personales.

4. Terapia Centrada en Soluciones: Se concentra en identificar y desarrollar soluciones prácticas para los problemas actuales, en lugar de indagar en las causas. Reconoce las fortalezas y recursos del individuo para promover el cambio.

5. Terapia Humanista: Orientada hacia la autoexploración, el crecimiento personal y el desarrollo del potencial humano. Promueve un ambiente de aceptación incondicional, empatía y autenticidad por parte del terapeuta.

Una experiencia personal ilustrativa es la de un conocido que inicialmente desestimó la terapia como charlatanería, pero después de unos meses decidió probarla y encontró que le ayudó a sanar aspectos de su vida que contribuían a hábitos autodestructivos.

Trabajar en uno mismo a través de la terapia psicológica es una forma de autocuidado que todos merecemos. Por ello, si en algún momento sentimos la necesidad de comprendernos mejor a nosotros mismos o a alguien cercano, es importante acudir a los expertos en salud mental, quienes nos proporcionarán las herramientas necesarias para enfrentar las situaciones que enfrentamos. “Está bien pedir ayuda”.

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